Amo tus mentiras cuando lo único que quiero sos tu.
Ven porque te espero y ya me duele suspirarte.
Te quiero tangible.
Aqui, espero.
Hoy, espero.
Mañana tal vez.
sábado, 26 de junio de 2010
sábado, 5 de junio de 2010
Distancias
hoy no puedo dejar de suspirarte
en este orfanato de libros
entre vino y cerveza
sin gramática ni signos de puntuación
aquí
ya no quiero imaginar que vienes
estoy con un hogar que me falta
y un deseo que me sobra
cediendo ante la ilusión
malgastando versos
intercambiando algo por la nada
resintiendo la tecnología
que cada día nos hace mas presentes pero no tangibles
odiando las distancias
en este orfanato de libros
entre vino y cerveza
sin gramática ni signos de puntuación
aquí
ya no quiero imaginar que vienes
estoy con un hogar que me falta
y un deseo que me sobra
cediendo ante la ilusión
malgastando versos
intercambiando algo por la nada
resintiendo la tecnología
que cada día nos hace mas presentes pero no tangibles
odiando las distancias
miércoles, 2 de junio de 2010
No duermo en casa
Tal vez todo hubiera sido diferente si te hubieras levantado una hora después o antes, pero no a esa hora.
"Ve por ayuda," escuche.
Desubicada, asustada, corrí.
No sabía para que era la ayuda, temía que fuera para ti.
Tenía miedo, tú me dabas miedo.
Allí en esa cama gigante, edredon de cuadros y el sol de la mañana por la ventana, dijiste,
"No, estoy bien, al hospital no, no es necesario."
Eso fue lo último. La última oración completa que escuche salir de tu boca y el miedo que sentí me dio un abrazo siniestro.
Luego vino un hospital, ese al cual dijiste que no, lleno de sonrisas frías, desconocidas. Funeral, feliz noche, descanza en paz.
Hoy no duermo en casa.
"Ve por ayuda," escuche.
Desubicada, asustada, corrí.
No sabía para que era la ayuda, temía que fuera para ti.
Tenía miedo, tú me dabas miedo.
Allí en esa cama gigante, edredon de cuadros y el sol de la mañana por la ventana, dijiste,
"No, estoy bien, al hospital no, no es necesario."
Eso fue lo último. La última oración completa que escuche salir de tu boca y el miedo que sentí me dio un abrazo siniestro.
Luego vino un hospital, ese al cual dijiste que no, lleno de sonrisas frías, desconocidas. Funeral, feliz noche, descanza en paz.
Hoy no duermo en casa.
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