Si pudiera decirte todas las cosas que he aprendido de ti, buenas y malas, nunca terminaría.
A veces te odio y ya no es por un permiso negado es porque no estas para negarlo.
Hoy en especial, ustedes, me hacen falta. El mundo me hace falta.
El olor a desayuno dominguero y las melodias del jazzista de tu elección.
Si, es que no es asi de simple, no solo te podes ir y esperar que hoy domingo, me sienta bien.
Hoy, sola.
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